domingo, 9 de diciembre de 2012

La naturaleza. Mi breve definición.





La codicia corrompe las almas de los hombres, hacen daño a lo que antes amaban; les ciega, les hace sordos… No quieren conocer la realidad y se encierran en la neblina de su avaricia.
Este es mi secreto, esta soy yo. Estás viendo como soy en realidad, creo en hadas, en duendes y en criaturas mitológicas, creo que los árboles no solo tienen vida, también tienen sentimientos y recuerdos; creo que en este bosque hay millones historias que necesitan ser escuchadas, tanto de árboles como del resto de las plantas y animales.
No puedo matar un animal, ni mucho menos comerlo, porque ellos son las criaturas más hermosas de este mundo. Si pudiera les protegería a todos… evitaría que se mataran, que se hicieran las atrocidades que se hacen con ellos. Quisiera ver a personas y animales juntos disfrutando de la belleza de sitios como este.
Un árbol no es solo un árbol: tienen vida, sienten, crecen, forman bosques y acogen a animales, les alimentan, también a nosotros; crean oxígeno, hogares... crean vida.
No quiero ver talar árboles, no quiero ver cómo los humanos les prenden fuego, no quiero ver a los animales huir de sus hogares y caer en las manos de sus asesinos para servirles de comida o para acabar de abrigos en el cuerpo de algún matrimonio rico y codicioso. ¿Te imaginas vivir así? Los animales son demasiado puros para que ese sea su destino… Ellos no hacen daño a nadie, ni siquiera los animales más salvajes atacarían a una persona si no fuera para defenderse… Yo no quiero un conejo o un corzo en mi plato. Yo quiero verles correr libres por el bosque. Te juro que solo eso me hace realmente feliz.


Aqua!!

domingo, 14 de octubre de 2012

¿Suicidas? Los mejores



Y quien dice que los suicidas son unos cobardes que escapan del mundo, miente.
Ellos son los verdaderos héroes, ellos son los que nacen, viven y cuando ven que ya les ha llegado el momento, que su existencia es innecesaria, dan el paso.
No les da miedo quedarse aquí, lo que ocurre es que han decidido explorar más, esto se les queda pequeño. 
Los cobardes son aquellos que siguen aguantando, sufriendo, estancados, y todo ¿por qué? Porque les da miedo lo desconocido, les da miedo la soledad, les da miedo encontrarse con algo que no les guste al otro lado.
No digo que todo el mundo tenga que suicidarse, no, digo que si algún día decido que ya no quiero estar más aquí, que me aburro, me agobio y no me gusta, que todo el mundo respete mi decisión. No seré cobarde, no seré egoísta, no defraudaré a nadie, simplemente llegará el momento en el que todo se me haga pequeño, en el que todos me quedéis pequeños.


Aqua!!

martes, 24 de enero de 2012

Silencio






Volvía a ser de noche. En la posaba reinaba el silencio, un silencio triple.
El silencio más obvio era una calma hueca y resonante, constituida por las cosas que faltaban. Si hubiera soplado el viento, este habría suspirado entre las ramas, habría hecho chirriar el letrero de la posada y habría arrastrado el silencio calle abajo como arrastra las hojas caídas en otoño.
En la posada, un par de hombres, apiñados en un extremo de la barra, bebían con tranquila determinación. Su presencia añadía otro silencio, pequeño y sombrío, al otro silencio, hueco y mayor. Era una especie de aleación, un contrapunto.
El tercer silencio no era fácil reconocerlo. Si pasabas una hora escuchando, quizá empezaras a notarlo en el suelo de madera y en los bastos barriles que había detrás de la barra. Estaba en la chimenea de piedra negra. Y estaba en las manos del hombre allí de pie, sacándole brillo a la superficie.
La posada era suya, y también era suyo el tercer silencio. Así debía ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una gran roca erosionada. Era un sonido paciente e impasible, como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte.




Aqua!!