domingo, 23 de enero de 2011

Dana


        Bendito día en el que viniste a nosotros. Compitiendo contra el otoño en su color del fuego. Levantándote orgullosa luciendo tu algodón. Pequeño cuerpo, alma enorme. Nadie comprendía lo que yo sentía. Una hija, una más de la familia. No soy rencorosa pero puedo mandar al infierno a todo aquel que diga la frase: “solo es un animal”. Hay animales que valen más que personas, y tú mi niña lo valías. Puto accidente, maldito destino que te llevó de mi lado pero sé que mientras estabas con nosotros fuiste feliz. Nadie se te podrá comparar enana, pero gracias a ti aprendí que cada momento es importante, que nadie sabe cuándo puede ser el último. En contra de mi voluntad te tuve que decir adiós pero nos veremos al final del camino y así lo quiere el destino.
DANA

2 comentarios:

  1. muchas gracias!
    mi primera entrada hace muuucho mucho tiempo hablaba del agua ^^ me la recordaste

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  2. jajaja :) es que me gusta mucho^^

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