lunes, 27 de septiembre de 2010

Un juego de idiotas donde perdimos los dos.



Esta historia es otra más, otra como esas cientos de historias que todas las chicas escriben alguna vez, una historia de desamor, de un corazón roto... TODAS las chicas se sentirán identificadas alguna vez con este relato y los chicos también, no menos.
Yo te quise, te quiero, no puedo negarlo, es cierto, te añoro y te extraño. No puedo olvidar esas caricias, son simples caricias es cierto pero es que eran tuyas y eran con amor. No se, tal vez fue una locura mía, tal vez estaba ebria por tu perfume, corrígeme si me equivoco al afirmar, que aquella vez me abrazaste con intención de no dejarme marchar.
Me diste un beso... dios joder, no puedo explicar aquel beso sin ponerme a llorar, si es que eres la estrella por unanimidad.
Y afirmaste que me querías, lo dijiste tantas veces, y yo te creía... que inocente. Y es que me pasa una y otra vez pero cada vez que te veo no puedo con este sentimiento que me arrastra hacia ti.
¿Me quieres? No me hagas reír.
Y pensaba que las demás personas no influían, que solo tu y yo podríamos tener una sola vida. Pero me equivocaba, tú vives para los demás, yo solo soy un sueño en tu realidad, o una pesadilla, nadie lo sabrá jamás.
¿Te quemaste? Eso te pasa por jugar con fuego... ¿Fuego? Tal vez... quién sabe, tal vez te quemes o te ahogues, ¿Lo pillas verdad?. ¡Tú! Me tuviste que utilizar como un simple juguete, solo para jugar, para dar celos a otra persona, pero ¡de qué vas!
Y tú ¿cómo te puedes enfadar? Porque del que te gusta, yo me enamorara de verdad, ¿esa es razón para perder nuestra amistad? Si me lo hubieses dicho, si me hubieses dicho que él te gustaba tal vez lo habría impedido pero no, claro que no, eres tan tonta que lo ocultaste y te enfadaste y ni siquiera me lo explicaste y no contenta con ellos a mis otras amigas alejaste...
Y esta historia va para todas esas chicas que en un momento perdieron todo, como sus mejores amigas, su mejor amigo y su chico... Y escuchad una cosa, los verdaderos amores son como las rosas: hermosos, espléndidos y rápidos al pudrirse, en cambio la amistad es como una flor de plástico, simple, sencilla pero eterna y que siempre puedes contar con ella si no tienes rosas de verdad.

¿Sabes quién soy? Escucha mi nombre y cada vez que lo oigas siente el dolor que ahora sufro yo, siente como mil agujas se clavan en tu pecho llegando al corazón y partiendolo en pedazos tan pequeños que sean llevados por el viento y nunca jamás puedan unirse de nuevo. Porque sí, soy una maldita rencorosa imbécil.






Aqua!!

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