viernes, 8 de octubre de 2010

La moto de Carru Parte 10


-¡Escopetas! - gritó Iván. Los tres portadores de las escopetas apuntaron al payaso y un líquido asqueroso y blanco salió hacia arriba, dándole de pleno a la cara y después, cayendo de nuevo sobre los chicos.
-Me cago en la puta madre de Dios... - dijo Raquel.
-¡Raquel! - le contestó Alejandra. Raquel se giró hacia ella con una cara de rabia y le contestó.
-¡Si supieras qué cojones es esto habrías dicho lo mismo! - le gritó. Óscar cogió aire al darse cuenta de lo que era y comenzó a quitarse la ropa. Raquel hizo lo mismo y cuando los demás reaccionaron, les imitaron. Quedaron todos en ropa interior y tiraron la ropa hacia un esquina.
-No me lo puedo creer... - dijo Iván.
-¡Que asco! - gritó Celia.
-Amor... amor el que les voy a dar yo cuando les mate. Su puta madre...
-Yo me suicido – dijo Óscar.
-A este paso no te hará falta. - le contestó Alejandra.
-Vamos a buscar la comida – dijo Alex.
-¿Por qué hay comida en una casa donde no vive nadie?
-Sabe Dios.. a mí me han dicho que en la cocina siempre hay comida – Y fueron hasta la cocina, evitaron el charco de sangre y abrieron los armarios.
-Esto antes no lo había – dijo Iván cogiendo un paquete de Espaguetis. Recogieron de todo lo que pudieron, pan recién horneado, patatas, carne, pescado, fruta, alguna verdura, especias, yogures, chocolate... Lo llevaron entre todos en distintas bolsas.
-Eh, vamos a recoger el cuerpo de María – dijo Celia.
-Ni de coña, es asqueroso – dijo Óscar.
-Ya te dije antes que si fuera uno de nuestros amigos...
-Querríamos recogerlo – terminó con un tono de burla. - Ya, pero no lo es, es la “ex” de uno de esos asquerosos que nos han dado armas llenas de lefa para tirárnosla por encima.
-Óscar... - dijo Alejandra.
-Vale ostia, pero no se si esto les gustará. - Alejandro cogió la comida y entra los demás cargamos el cuerpo de María. Si lo pensabas con humor, podría llegar a ser una situación muy cómica, todos en ropa interior, atravesando un jardín, llenos de sangre y lefa y cargando con el cuerpo de una mujer muerta.
-¡El payaso! - gritó Celia. Todos se giraron y vieron la cara de payaso de nuevo.
-¡Corred! - gritó alguien y todos aceleraron el paso. Aunque debido al cuerpo de la mujer, no era fácil. El payaso se acercó demasiado, pero se paró y dio media vuelta.
-¿Será la corrida? - dijo Alejandra.
-Uy, pues ya tenemos escusa para hacernos pajas... - dijo Óscar.
-No se si te das cuenta de que llevas corrida o de Alberto, o de Dani, o de Pablo, o de Kevin, o de alguien de esos...
-Joder, ahora voy a vomitar.
-Ya, me lo imaginaba – le dijo Raquel. Rápidamente atravesaron el jardín, sin nada que les molestara y descendieron las escaleras para llegar abajo.
-¿Qué traéis? - dijo Kevin, recibiéndolos. En cuanto lo vio se quedó pálido. - ¡Estáis locos! - Elena vio lo que habían traído y se giró hacia Dani, que venía caminando por un pasillo, atraído por el grito.
-¡Mira Dani! ¡Ahora puedes casarte! ¡Tu furcia está de vuelta! - le dijo con mal humor. Dani al ver el cuerpo de María, reprimió una arcada y se fue corriendo. Todos se quedaron en silencio.
-Bien pues... ahora que está aquí.. la analizaré un poco – dijo Kevin.
-¡Antes de nada! - dijo Raquel - ¿No te preguntas por qué estamos desnudos?¿Llenos de sangre? ¿LLENOS DE LEFA? Bueno... tal vez eso último no te lo preguntes, tal vez lo sepas ya ¿no?
-Dejadme que os explique....
-¿Qué nos vas a explicar? ¿Que nos has dado armas con corrida? - dijo Óscar.
-Pero funcionan – le contestó Alberto.
-Ya, no te jode, y ahora estoy lleno de tu corrida.
-Bien – dijo Jimena entrando. - Creo que es hora de relajar tensiones y fomentar el amor.
-Si quieres follar buscate a otros – le soltó Guille. Jimena se quedó quieta, mirándole.
-No me refería a eso, cerdo. Vamos a jugar a la botella.
-Qué típico... - dijo Iván.
-¿sabéis que la mayoría de las relaciones se crean tras haber jugado a la botella? - dijo Jimena.
-Siiiiii clarooooooo....
-Si por los cojones – dijo Alex.
Y todos se sentaron en la mesa a jugar a la botella.
-¡Alex y Alejandra! ¡Alex y Alejandra! - empezaron a gritar todos.
-Que no... - dijo Alex. Todos empezaron a abuchearlos y los chicos intentaban reprimir una sonrisa. Óscar y Celia no estaban tan contentos.
-¡Venga! - gritó Elena.
-Bueno vale... - dijo Alex.
-¿Cómo que bueno vale? - le dio Celia de mal humor.
-A ver, es solo un juego – y Celia le pegó un bofetón que resonó en toda la estancia. Alejandra, quién ya se había levantado, se quedó quieta, sin moverse.
-¡Y tú! ¡Furcia! ¿Aun sabiendo que es mi novio ibas a besarle? ¡Ya puedes pudrirte golfa! - Celia salió de la sala, y Alejandra fue detrás, todavía se escucharon sus voces por el pasillo de camino a las habitaciones.
-Con que esto fomentaba el amor ¿eh? - dijo Guille.
-Es que es una tontería... - dijo Alex.
-No es tanta tontería si Celia se liara con otro – dijo Óscar también enfadado.
-Es que Celia tiene razón – dijo Elena.
-No, es una tontería, es un juego – le replicó Guille.
-¿Y? Si estas con alguien da igual que sea un juego o no, no es plan de liarte con otra.
-Pues sí, porque es un juego y carece de sentido.
-¿Sí? Pues que te jodan.
-Ala, ¿Ahora qué hice yo? Si no pues si te enfadas es por una tontería vaya.
-¡Que te den! - y Elena también se fue. Luisen, Raquel, Iván, Miriam y Andrea intentaron aguantar una carcajada, cosa que no consiguieron.
Jimena y Kevin no se lo podían creer, consiguieron justo el efecto contrario que intentaban conseguir. Óscar y Alex estaban sentados en una silla sin saber qué hacer.
-¿Qué haces? - dijo Iván entrando en su habitación.
-Voy a cambiarle la habitación a Óscar. - Iván se quedó anonadado.
-¿A Óscar? Perdona pero.. es Raquel la que está ahora aquí.
-Ya no. - le contestó Celia.
-¿Cómo que no?
-No. Raquel dijo que era solo para conseguir la escopeta, ahora que sabe lo que llevan dentro, dice que ya no quiere escopetas, por lo que ha vuelto al cuarto con Jimena.
-¿Y Óscar? - Preguntó Iván. Celia se revolvió, molesta por tantas preguntas.
-Óscar se va con Elena.
-¿No estaba con Alejandra?
-¿Después de lo de hoy? No, se ha dado cuenta de que es una cerda.
-¿Y en qué habitación se han metido?
-En la once, era la de Raquel antes de que se marchara para la tres, junto a Jimena.
-¿Y Guille?
-Guille se queda solo en la ocho.
-¿Y vas a dejar solo a Alejandro?
-¿Es que no lo sabes? Alejandro y Alejandra están juntos en la habitación donde estaba yo antes, en la seis.
-¿Quieres decir que Alejandro y Alejandra están juntos y Óscar y Elena también? ¿Y todo eso en una hora?
-exacto.
-¿Y qué te hace pensar que yo quiero que estés aquí?
-¿No has permitido que viniera Raquel solo para conseguir un arma? Pues ahora en vez de ella, soy yo.
-Bueno anda...
-¡Cerdo! - le dijo Alejandro a Iván - ¡Te voy a partir la cara!
-¿Qué me tas contando? - dijo Iván.
-¿Quién te crees que eres para estar con Celia?
-¿Perdona? ¿No estas tú con Alejandra? Además yo si estoy con Celia es por las armas.
-Ya claro ¿Y no te valía Raquel ¿no?
-¡Eh! Ni le toques. Si ya no estoy con él, es porque ya no quiero las armas. Te jodes, si no hubieras estado con esa furcia, Celia no se habría picado. Ahora traga.
-Ya... fijo.
-Pues es verdad vaya – defendió Óscar.
-Si fijo, si no se hubiera picado ella por un juego estúpido...
-Mira por donde... le culpas porque se picó porque tú ibas a estar con una chorva en un juego y después ella no puede estar con un chorvo solo para sobrevivir ¿no?
-Anda hombre, ¿Qué me tais contando?
-Lo que oyes.
Era de noche y las reservas ya estaban un poco más abastecidas. Pablo estaba preparando la cena, con ayuda de Kiara y Jimena estaba poniendo la mesa.
Iván y Celia estaban en el sofá, tonteando.
-Cosquillas no – dijo Celia riéndose. Iván le cogió una mano, inmovilizándosela.
-Mira como bailas – dijo mientras Celia intentaba desesperadamente de soltarse.
-No, para porfa...
Alejandra y Alejandro estaban tumbados en un sofá, liándose. Y Óscar y Elena estaban sentados en otro sofá.
Óscar estaba sentado y Elena tumbada sobre sus rodillas.
-Te quiero – dijo Óscar.
-Lo sé – le contestó Elena.
-¿Lo sabes? ¿y dónde está el: yo también?
-Vale, yo también – dijo Elena, nerviosa.
-Si ya fijo.
-Joder....
-Si no quieres estar conmigo dilo.
-No es eso...
-¿Entonces?
-Pues no se... es que... como lo acabo de dejar con Guille y eso.
-Bueno, la última vez que lo dejaste con Guille, saliste con Dani enseguida.
-Y mira como terminó.
-Pero después volviste a salir con Guille.
-Joder, no es lo mismo.
-Vaya que no quieres salir conmigo ¿no?
-Joder Óscar, déjame tiempo para pensar ¿vale?
-No hay nada que pensar – dijo levantándose. Se fue por el pasillo y Elena pudo ver como al irse le daba una patada a la pared.

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