miércoles, 6 de octubre de 2010

La moto de Carru Parte 7.



Terminaron de comer y se dirigieron a la sala de las cámaras. Se reunieron todos para seguir los movimientos del payaso.
Durante los primeros tres cuartos de hora no se vio nada pero después pudo apreciarse una sombra por una de las cámaras.
-¡Ahí! - dijo Guille. La sombra se movía demasiado rápido para poder percibir de qué se trataba. Entonces se paró.
-Una Ktm six days.. - dijo Iván.
-¡La moto de Alex! - dijo Raquel. Entonces la moto, sin conductor, se giró y se puso de frente a la cámara. Se paró y por un momento todos los presentes aguantaron la respiración y no se movieron. Entonces la cara del payaso apareció en primer plano riéndose.
-¡Ah! - gritaron Andrea y Miram.
Las cámaras se apagaron. Tania tecleó varias teclas pero al final se dio por vencida.
-Ha cortado la señal. No podemos ver ninguna parte de la casa – dijo con preocupación.
-Es mucho más fuerte – dijo Kevin. Se giró hacia Alex - ¿Esa era tu moto?
-Si – dijo el chico.
-Pues no parará hasta que seas tú el único superviviente. - todo el mundo quedó en silencio.
-¿Cómo sabes todo eso? - preguntó Elena. Dani respondió por él.
-Cuando llegamos vimos viejos diarios de antiguas personas que hablaban del payaso. Gracias a esos diarios hemos podido saber todo lo que sabemos acerca de él.
-¿Podemos ver esos diarios? - preguntó Miriam.
-Están en la sala central.
Andrea y Miriam se quedaron junto a Alejandra y Celia que seguían encerradas en una jaula.
-Es horrible... - dijo Andrea.
-¿El qué?
-Estar así, no estás despierta, pero tampoco dormida, sientes como agujas se te clavan en el cuerpo y oyes... oyes cosas que en realidad no se están diciendo pero te las crees... Confundes cosas y hasta que no despiertas no sabes que no tienen sentido.
-...
-¡Aquí! - dijo Raquel señalando un punto alto de la estantería. - No llego...
-Enana... - dijo Óscar alcanzando el volumen que quería.
-Grache – dijo cogiendo el volumen. Todos se pusieron a su alrededor. - mil novecientos ochenta y cuatro... joder. Diario de Malú Granda.
“El payaso es un ser sobrenatural, no es humano, nunca aparece su cuerpo, tan solo el rostro, siempre está sonriendo... Nos está matando, uno a uno. Al principio solo mataba a los que estaban manchados de sangre pero al final ha terminado matándolos a todos. Soy la última... y a pesar de todas las medidas que hemos tomado no hemos podido matarlo. Charly es el único de nosotros que consiguió escapar pero vino pocos días después advirtiéndonos de que su familia y amigos estaban muertos... Charly se acaba de suicidar. Ahora estoy yo sola. Ya no puedo conseguir más líquido X. Charly era mi única fuente, nos ha condenado, me ha condenado...”
“Ayer conseguí huir de él de pura chiripa. Hoy por la mañana he decidido arriesgarme y he ido a investigar. He conseguido llegar a la habitación donde hacía sus macabros experimentos. Todos mis amigos estaban allí, unos muertos, otros... ya no eran ellos mismos.”
“Solo había algo que podía vencer al payaso.. El amor. Pero era un sentimiento demasiado..no se explicarlo, ¿difícil? No supimos llevar ese sentimiento y se extinguió. Sin amor estábamos condenados. Por eso habíamos decidido vivir en parejas, para profundizar ese sentimiento.. pero aun así no lo conseguimos...”
-Vaya – dijo Óscar.
-Por eso la movida de estar en parejas – dijo Raquel.
-Solo nos falta vestirnos de princesas y príncipes... - dijo Luisen.
-si claro... - contestó Elena.
-Vamos a ver.. esto no es normal – comenzó Alex.
-¿Y ahora te enteras de eso? - le contestó Guille.
-No joder pero vaya... y nosotros aquí como si no pasara nada... vaya, no digo que estemos indiferentes pero no se. Deberíamos estar destrozados o algo así.
.-Yo creo que esto es tan irreal que no nos lo creemos del todo... - dijo Luisen.
-Yo soy totalmente consciente de que la mitad de nosotros han muerto.. - contestó Raquel.
-Hay que hacer parejas. Tenemos que enamorarnos... - dijo Guille.
-Ya si claro... Venga, enamorate de mí cuando cuente hasta tres no te jode.
-¡Alejandra! - gritó Miriam corriendo por el pasillo – ¡Celia! ¡Están despiertas las dos! ¡están bien!
Enseguida todos echaron a correr hacia donde estaban las chicas. Kevin y Eva estaban ayudando a levantarlas.
-Todavía no han hablado... Pero a primera vista parecen que están bien – dijo Kevin justo en el instante en el que Celia comienza a reírse y , cogiéndolo del brazo, le tira contra una mesa, rompiendo todo lo que había encima de esta.
-¡ahhhhhhhh! - gritó Kevin- ¡Alejaros! ¡Está enferma! - Celia se rió aún más fuerte y acercandose a Eva, le clavó un cuchillo en la garganta que nadie sabía de donde había salido.
-¡Corred! - gritó Andrea.
-¡No! - dijo Alex - ¡Es nuestra amiga!.
-¡Está enferma! - le gritó Raquel cogiéndole del brazo.
-¡Es Celia! Aunque esté enferma, ¿Cómo vamos a abandonarla? - Raquel intentó cogerle el brazo y retenerlo pues Celia ya se acercaba a ellos con el cuchillo.
-¡Iván! ¡Óscar! - gritó para pedir ayuda. Iván y Óscar se acercaron para ayudarla a sujetar a Alex pues este quería ir junto a Celia.
La chica se acercó y los tres chicos se apartaron hacia un lado. Cuando Alejandro quedó libre se acercó a Celia y le tiró el cuchillo de la mano. Celia chilló. No de dolor si no de rabia, pero Alex no dio un paso atrás. Le temblaban las piernas y la voz pero siguió quieto donde estaba.
-Celia, somos nosotros, Alejandro, Raquel, Iván, Óscar... Acabas de matar a una persona y no quieres matarnos ¿verdad? Celia, reacciona, míranos, nos conoces...
-¡Alex joder! - gritó Luisen - ¡Alejate o te va a matar!
-Alex... - dijo Óscar acercandose un poco. Al ver que Celia se revolvía se alejó. Todos se amontonaron en la puerta y dejaron que Alex se encargara de todo.
-Celia... - la chica cerró los ojos y cayó al suelo. Kevin estaba al lado de Eva y ya la había dado por perdida cuando, con mucho cuidado, se acercó a Celia.
-Será mejor encerrarla hasta que se vuelva a despertar.
-Pues se encerrará en una habitación.
-Es peligroso...
-Yo la vigilaré. - Y durante algunos días más cesaron las salidas. Alejandra fue recuperándose poco a poco y estaba normal, aunque un poco tocada por la situación de Celia. Esta había sido trasladada a una habitación y todos se turnaban para vigilar la puerta. Alex, Jimena y Pablo eran los únicos que entraban para darle de comer o cuidarla. Apenas podía moverse y si lo hacía, era inconscientemente.
Pablo estaba en la misma habitación que la chica morena que les había explicado un poco el procedimiento de convivencia, su nombre era Kiara. Eran pareja. Elena seguía con Dani, él la llamaba princesa siempre. Alex y Celia se pasaban el día juntos y a sus espaldas ya corrían rumores de que, aunque Celia estuviera inconsciente, se les tomaría por pareja. También se hablaba de un rechazo por parte de Óscar. Al parecer Miriam le había pedido ser su pareja pero él había dicho que no.


Ya había pasado algo más de una semana cuando Celia comenzó a chillar. Kevin y Alex se metieron en la habitación y cerraron a puerta, impidiendo a los demás escuchar o ver lo que pasaba.
-¿Qué le pasa? ¿Sigue enferma? - preguntó Alex.
-No... es la lucha de Celia contra lo que tiene dentro – Y Celia comenzó a llorar y sujetarse la cabeza, mientras se revolvía en la cama y chillaba de dolor.
-¿Puedes ayudarla? ¿Hacer que no le duela? - preguntó Alex.
-Si el diera algo para calmar el dolor, relajaría su parte humana y la parte bestia asumiría el control rápidamente. Habrá que esperar y rezar para que nuestra Celia sea más fuerte que esa bestia.
-¿El amor serviría también para esta bestia o solo para el payaso?
-No lo sé, sinceramente es el primer experimento de payaso que conseguimos “rescatar” pero chico... más amor del que le has estado dando estos días es imposible que le des.. a menos que.. ejem... pero dudo que sea una buena idea a menos que quieras quedarte sin partes.
-Ya... no estaba pensando en eso.
-ya, eso dicen todos
-¡Pero no... !
-Cállate, háblale suave y que sepa que eres tú. ¡Alejandra! ¡Puedes entrar! - y Alejandra entró. Al principio se quedó pálida al ver a su amiga retorcerse agonizante encima de la cama pero hizo lo que Kevin le dijo y, sentándose al lado de Alejandro, comenzó a hablarle suavemente. El cuerpo de Celia pareció perder tensión y dejó de removerse. Pocos minutos después yacía dormida tranquilamente.
-Gracias... . Dijo Alejandro a Alejandra. Esta le miró y sonrió.
-De nada – dijo antes de salir de la habitación con una sonrisa en la boca.


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